7 formas de ahorrar electricidad en verano
El ahorro energético en el hogar se aborda, desde un doble enfoque: la incorporación de medidas o dispositivos que minimizan el gasto, como temporizadores y electrodomésticos de bajo consumo; y la optimización de los medios existentes, como usar los aparatos con sentido común, o buscar tarifas de luz a la medida de tus patrones de consumo. Entre las medidas a tomar, destacan las siguientes:
Aire acondicionado y recarga de refrigerante: evita la picaresca
El aire acondicionado funciona de forma similar a la nevera, mediante el bombeo de gas refrigerante por un circuito estanco, es decir: el gas ni se evapora, ni se gasta, ni necesita las famosas recargas anuales que sirven de excusa para la picaresca. En otras palabras: un equipo bien instalado, nunca pierde gas en toda su vida útil, salvo que exista una avería.
Cuando, por envejecimiento del sistema o por avería, el circuito pierde gas, entonces aparato enfría mal o directamente no funciona. Otros síntomas de una fuga de refrigerante son la congelación de la tubería de cobre de la unidad exterior, o si el aparato interior, el Split, deja de enfriar, gotea o se escarcha. En ese caso, la reparación del técnico nunca debe limitarse a recargar el gas del circuito, y debe incluir también la detección de la fuga y su sellado.
Un mal funcionamiento del aire ocurre por múltiples cusas, no sólo por el gas, y un mantenimiento preventivo, por personal especializado, soluciona por poco dinero pequeñas averías, antes de que se conviertan en grandes y costosas de reparar.
En cuanto a los plazos de la revisión, depende del uso del equipo: dos años si está en una vivienda vacacional, habitada sólo durante vacaciones, y anual si está en la residencia habitual. Si los equipos tienen bomba de calor, el plazo idóneo del mantenimiento preventivo es cada 6 meses, una revisión en la temporada de verano y otra en la de invierno.
Mantenimiento de las calderas
El sistema de calefacción y refrigeración representa el 48% del consumo energético doméstico. Las revisiones periódicas y obligatorias previenen las averías o la bajada del rendimiento de los diferentes sistemas de calderas y radiadores.
El Reglamento de las Instalaciones Térmicas en los Edificios determina que es obligatorio revisar la caldera de gasóleo cada año, la caldera de gas cada dos años y los calentadores de agua cada cinco.
Consume energía con inteligencia
No sobrecargues el aire acondicionado de una habitación, hasta el punto de llegar a sentir frío en verano o calor en invierno. El confort térmico, o confort termohigrométrico, son las condiciones, de calor y humedad ambiental, que generan en las personas una sensación de bienestar. Según la norma UNI EN ISO 7730, los parámetros de comodidad térmica en interiores son los siguientes:
- En invierno, temperaturas interiores, entre 20 y 24 °C.
- En verano, temperaturas interiores, entre 23 y 26 °C.
- En ambos casos, la humedad relativa debe estar entre el 30 y el 70%.
Los diferentes rangos de temperaturas tienen en cuenta circunstancias, como la diferente percepción del calor de cada persona, o si esta realiza alguna actividad física, o se encuentra en reposo. En el equilibrio, entre ahorro energético para el hogar y comodidad térmica, la climatización a 20 °C proporciona comodidad a la mayoría de las personas que no tengan problemas de salud.
A comienzos de 2021, en España, a partir de 20 °C, cada grado adicional encarece la factura eléctrica sobre el 7%. Gestiona el uso de la calefacción y el aire acondicionado con esa temperatura de referencia, e incorpora temporizadores y otros sistemas para apagar la climatización cuando no hay gente en casa. Cuando te ausentas, durante períodos cortos, modifica la temperatura tres o cuatro grados (de frío o calor) para que la climatización funcione con menos demanda eléctrica y la vivienda mantenga la temperatura.
Evita consumos ocultos
Electrodomésticos, como la nevera o un arcón congelador, necesitan funcionar constantemente, pero ¿cuántos quedan en suspensión a lo largo del día? Los aparatos en modo standby consumen un porcentaje de electricidad menor que cuando están activados, pero, en casas con mucha dotación de aparatos, cada pequeño gasto se suma.
La mejor manera de cuantificar el gasto eléctrico y planear el ahorro energético en el hogar es, desde una perspectiva anual. Por ejemplo, según audita la OCU, una TV LCD de 37” tiene una potencia en standby de 2W y un consumo anual de 17 kWh.
La solución a los consumos ocultos es doble: por un lado, elegir aparatos de bajo consumo, así como iluminación LED y, por otra parte, cuando resulta posible, desconectar los electrodomésticos que no se usan en vez de dejarlos en suspensión.
Compara ofertas de energía
El ahorro energético en tu vivienda puede lograrse, mediante un trámite burocrático. Compara ofertas de luz, más allá de las tarifas de tu actual comercializadora. El mercado eléctrico español es complejo, pero en la factura figuran dos protagonistas principales: las distribuidoras y las comercializadoras.
- Las distribuidoras son las empresas encargadas de la infraestructura que transporta la energía hasta la acometida de tu vivienda (aportan la red de eléctrica y los contadores). Las distribuidoras tienen asignadas por ley cierta zonas geográficas, y el usuario no puede cambiar de empresa.
- Las comercializadoras son las empresas que compran la energía en el mercado mayorista y se la venden al cliente final. Al contrario que con las distribuidoras, sí puedes cambiar de empresa comercializadora. La distribuidora y la comercializadora pueden pertenecer al mismo grupo empresarial, pero no es obligatorio y puedes contratar el suministro de luz con otra compañía.
Considera que existen muchas comercializadoras eléctricas, algunas pequeñas y de implantación local, que obtienen beneficios, mediante ofertas personalizadas a los clientes o tarifas planas. Investiga las comercializadoras disponibles en tu zona y puedes encontrar una oferta acorde a tus patrones de consumo.
Ahorra energía con el interiorismo
Optimiza la incidencia del sol en los espacios que más utiliza la familia para lograr un ahorro energético en el hogar. En el hemisferio norte, la orientación ideal de la vivienda es norte-sur, porque reduce el calor en verano y lo recibe en invierno. Si la distribución de la casa lo permite, ubica los principales espacios habitables, como la sala de estar y el comedor, en habitaciones con orientación sur.
En las habitaciones que reciben luz solar durante la mayor parte del día, el uso de iluminación artificial es menor, los interiores resultan más cálidos en invierno y más frescos en verano, por lo que demandan menos gasto energético para climatizarlas.
Si tu casa resulta calurosa en verano, píntala de blanco y la temperatura interior bajará unos grados sin necesidad de gastar electricidad en aire acondicionado (o podrá funcionar con menor consumo). Si quieres conocer más de este tema puedes ver nuestro post sobre Casas Sostenibles en España
Elimina los puentes térmicos
En construcción, los puentes térmicos son puntos débiles de la envolvente del edificio que permiten la transmisión de calor, entre dos ambientes. En una casa o estancia con puentes térmicos, las pérdidas de calor interior alcanzan hasta un 30% en invierno y, en verano, generan el efecto contrario: el calor entra y el frío generado por los acondicionadores de aire se escapa.
Los puentes térmicos existen por causas, como el deterioro de la envolvente, o mala calidad constructiva. Algunos síntomas de la existencia de puentes son las humedades por condensación, moho, grietas y huecos en las paredes. Los puentes térmicos se pueden encontrar cerca de las vigas, pilares, juntas de mortero y alféizares de las ventanas.
La gravedad de la patología determina la envergadura de la solución: puede consistir en cambiar una ventana vieja por otra de vidrio termoaislante y marco metálico, en reparar el aislamiento de un balcón, o en el saneamiento de muros e instalación de paneles aislantes en la fachada o el interior.
Los puentes térmicos representan un grave problema para el ahorro energético en el hogar y siempre deben solucionarse: suponen un gasto eléctrico innecesario y son un riesgo para la salud por la proliferación del moho. Como aliciente a una reforma, ten en cuenta que existe un retorno de la inversión al reducirse el gasto energético, la eficacia del aislamiento térmico mejora la calidad de vida en la casa y revaloriza el precio del inmueble.