La edificación de inmuebles respetando el Medio Ambiente no es una moda pasajera
Las casas sostenibles en España son edificios que respetan el medio ambiente, se integran en el entorno sin degradarlo y aportan calidad de vida a las personas. La protección medioambiental en la arquitectura se sustenta en dos pilares: optimizar el gasto energético (en la edificación y funcionamiento) de la casa, y el uso de materiales constructivos reciclables y no contaminantes.
- En el aspecto energético, la construcción de casas sostenibles planea, desde la fase de proyecto, la creación de edificios e infraestructuras que, de forma natural, retienen el calor en invierno y lo rechazan en verano. Los sistemas de ventilación e iluminación naturales también contribuyen a reducir el gasto energético.
- En el aspecto de los materiales, en la arquitectura sostenible destaca el uso de recursos renovables y materiales reciclables o reutilizables cuando termina el ciclo de vida del edificio.
3 características de las casas sostenibles
La industria de la construcción de la UE abarca es del 40% del consumo energético, el 21% del consumo de agua y el 36% de las emisiones de toda Europa. El sector inmobiliario es consciente de que las casas sostenibles y el respeto ambiental preocupan a todos los actores involucrados en la industria, como diseñadores, constructores e incluso clientes finales de las viviendas.
Los principios de arquitectura sostenible engloban cada fase de la edificación, funcionamiento y ciclo de vida de los edificios:
1. Diseño de casas sostenibles
En la fase de planificación se eligen materiales naturales o de mínimo impacto ambiental, técnicas que reducen el tiempo de construcción, los diferentes sistemas a instalar y los trabajadores implicados en cada fase. El proyectista del edificio estudia la mejor orientación posible de la casa, la forma y el volumen más eficientes. También realiza una simulación del rendimiento del edificio para auditar su consumo energético e impacto medioambiental.
La planificación durante la fase constructiva busca minimizar las emisiones contaminantes a la atmósfera, el consumo de energía y el uso de recursos naturales como el agua. También se plantea cómo reducir la contaminación acústica y la gestión eficiente de los residuos de las obras.
2. Análisis del Ciclo de Vida (ACV) de un edificio
El Análisis del Ciclo de Vida es una metodología de análisis que sirve para estimar el impacto ambiental de cada fase de la vida de un edificio: desde el gasto energético en la extracción y transporte de las materias primas, hasta el reciclaje y reutilización de los residuos tras demoler el edificio al final de su vida útil.
El ACV, o LCA (Life Cycle Analysis) en inglés, requiere la interpretación de un gran volumen de datos que aportan todos los departamentos implicados en la edificación. Hoy resulta posible esa capacidad de procesamiento gracias a la tecnología BIM (Building Information Modeling).
3. Reciclaje y reutilización
Las casas sostenibles, al finalizar su tiempo de uso, constituyen un almacén de materiales e insumos para reciclaje o reutilización, bien como recursos constructivos en otro edificio, bien como materia prima para otro uso. En la arquitectura sostenible, son frecuentes los casos de reutilización de construcciones enteras.
Desde el punto de vista de la economía circular, resulta más eficiente remodelar un edificio (o una demolición selectiva) a una demolición completa. Un ejemplo característico son los edificios industriales reconvertidos en restaurantes, centros culturales o viviendas.
Dentro de la construcción sostenible, destaca el concepto del Diseño para el Desmontaje, o Design for Disassembly (DfD). Consiste en adaptar a la edificación los principios del desmontaje de la arquitectura efímera. Es decir: el proyecto de construcción del edificio tiene en cuenta y especifica las fases para su desmontaje completo.
Conclusión
Si tu casa resulta calurosa en verano, píntala de blanco y la temperatura interior bajará unos grados sin necesidad de gastar electricidad en aire acondicionado (o podrá funcionar con menor consumo). Este ejemplo demuestra que la edificación sostenible no implica necesariamente invertir en soluciones constructivas innovadoras, domótica y automatización.
Las casas sostenibles existen desde la antigüedad, cuando las sociedades primitivas edificaban, con economía de medios y eficiencia, casas que autorregulaban el clima interior mediante su orientación, la entrada de luz y los materiales locales. La arquitectura verde actual consiste, en esencia, en la modernización y escalamiento del sentido común con el que se planificaba la construcción tradicional.