Pía López-Izquierdo Botín, PhD en Arquitectura y profesora titular de universidad.Es especialista en Vivienda, en Espacios Teatrales y en el uso del color en arquitectura.
Ha ejercido su profesión durante más de 30 años como Directora Creativa y de Gestión de su empresa Studio López-Izquierdo. Esta empresa está especializada en reformas de viviendas e interiorismo; Proyectos de arquitectura a medida, Proyectos de color, así como Proyectos y asesorías de interiorismo.
Esta gran profesional de reconocido prestigio en su sector nos concede una entrevista para darnos unas pinceladas sobre de la importancia del color y su relación con el espacio. Nos habla del hogar, de su identificación y vinculación con las personas que lo habitan. También le hemos preguntado su opinión sobre la situación actual y acerca de las tendencias que ella cree que se acabarán imponiendo en los hogares, lugar de estancia del alma de las personas.
¿Cómo crees que está afectando la situación de la pandemia y el confinamiento que hemos vivido a la relación entre las personas y su hogar?
Fundamentalmente nos ha hecho darnos cuenta de si nuestros hogares cumplen bien sus funciones o no, lectura que hay que hacer a varios niveles:
- Si ha funcionado bien en cuanto a las actividades que desarrollamos en una casa; por ejemplo, si la cocina es solo para cocinar o echamos de menos que se pueda comer, si todos tenemos privacidad, si podemos trabajar compaginándolo con el resto de la familia. En definitiva, si cada uno tiene su sitio. Me viene a la mente el antiguo papel del despacho o biblioteca, que tenía tanto sentido cuando estaba la gente más tiempo en casa, y se trabajaba. Habría que pensar lo que funciona, lo que no y lo que falta.
- Pero hay otro tema que no tiene que ver con los tamaños, ni las funciones, tiene que ver con las condiciones de bienestar o confort de nuestros ambientes:
En un primer nivel, temas de luz, de soleamiento, de calidez, etc
Pero en un nivel más profundo, hay que preguntarse si en nuestros hogares podemos sentirnos relajados, sin tensión, sin sensaciones de encierro en situaciones prolongadas, etc.. . Si en los ambientes que creamos encontramos las condiciones idóneas para crear, para estar en calma, para estar seguros, para sentirnos confiados, etc. Es decir, si nuestras casas cambian nuestro comportamiento de manera positiva. Por ejemplo, ¿el nivel de estrés que hemos tenido provocado por la situación, las características de nuestras casas lo paliaban? ¿Sensación de encierro, de falta de espacio no solo físico, angustia, etc. ?
- A este segundo grupo de propiedades, lo llamamos las condiciones de bienestar renovado o ampliado, que son características de los espacios que sin ser “tangibles y medibles”, están o no.
Propongo estos dos casos, donde en el primero siendo de una enorme corrección, no reúne las propiedades “sensibles” de confort renovado que si contiene el segundo.
Siempre explicas la influencia tan importante que tiene el color en nuestra relación con el espacio, el impacto emocional y social que tiene. ¿Cómo es la relación que tenemos ahora con el color?
Hasta ahora el color solo se ha considerado como un elemento decorativo y meramente estético. Por otro lado, en general a la burguesía siempre le ha dado miedo usar color y distinguirse por ello, ser diferente. Esto lo decía Le Corbusier en el año 45, y realmente no ha cambiado nada.
Pero propongo que abandonemos esta visión y le demos al color el papel que tiene para ser el gran aliado en la construcción de ambientes. Date cuenta de que el color juega dos papeles fundamentales en nuestros espacios:
Acoge al hombre y lo introduce en ambientes “naturales” como los que nos rodean, envolviéndonos. La naturaleza es cromática, pero en cuanto nos metemos en nuestros hogares, pasamos a un mundo sin color, de tintes ligeros. ¿Por qué nos vamos a privar de la alegría y vivacidad de la naturaleza que nos rodea? De esto hablaba ya en los años de la gran depresión alemana, el arquitecto Bruno Taut, que usaba los colores para transformar la realidad de los alemanes, aprovechando su energía y vitalidad. Hablamos de la belleza natural de los colores.
Y por otro, esos colores que vienen de la naturaleza pueden ayudarnos a cambiar nuestros comportamientos, logrando ambientes de mayor estimulo, crecimiento y equilibrio.
Usando los bellos colores de la naturaleza que los grandes pintores cromáticos han manejado magistralmente, introducimos las cualidades naturales y estéticas en nuestros ambientes.
El hogar es un espacio de intimidad y de unión entre los miembros de la familia, pero a la vez es también un elemento que habla de nosotros, de quien somos y de cómo nos relacionamos. ¿Qué papel crees que puede tener el hogar en esa visión más social?
Pienso que el hogar tiene esa doble dimensión: servirnos de escenario de lo que somos individual y familiarmente, a la par que habla de nosotros en nuestra proyección social. Es como una tarjeta de visita con dos caras: en una esta la naturaleza de lo que somos, en la otra nuestra presentación y comunicación social.
Esa doble cualidad de lo privado y de comunicación pública, deberían convivir. La función de Marca debería prevalecer en las zonas públicas de salones, etc pero sin perder de vista su dimensión íntima y personal. Sin embargo, en las zonas privadas el concepto de hogar personal debería prevalecer. Pero siempre desde ti, desde lo que eres y de lo que es tu familia. Eso encuentro que no se debe perder.
Y esto se conecta con los profesionales que nos ayudan a “dar forma” a este proyecto. Necesitamos asesoramiento, pero sin perder de vista quienes somos de manera que el profesional pueda traducir y armonizar ambas vertientes.
Y ahí entra el papel del color, cuya capacidad comunicativa conecta quién eres y el pensamiento que quieres trasladar. Es un doble juego sutil pero apasionante.
Por ello abogo por ese trabajo en equipo, por un trabajo de colaboración que necesita ser personal. De ahí que no crea en las modas ni en los estilos. Creo en la estética personal y en su proyección social. Encontrar tu sitio a través de tu casa.
Estas dos casas, reflejan dos maneras de ser: una más actual y creativa, la otra más tradicional y clásica. Son el espejo de los propietarios; pero en ambas hay un mensaje que transmite acogida, calidez y la creatividad del propietario. Es la dimensión comunicativa que se transmite socialmente.
Pronto vamos a iniciar un nuevo año y a dejar atrás este año tan complicado. ¿Qué tendencias vislumbras para el 2021?
Creo que hay que darle una pensada a fondo a las casas en las que vivimos. Las estancias prolongadas han demostrado nuestras flaquezas y fortalezas, y probablemente esta nueva temporalidad, a pesar de que somos latinos y nos encanta estar en la calle, va a marcar de manera definitiva unos nuevos hábitos de vida.
La revisión a fondo de nuestros espacios, quizá nos llevaría a diseñar espacios más flexibles, que puedan cambiar de función con facilidad -por ejemplo los tabique móviles o tabiques-muebles-, y darle importancia a lo que la tiene: la luz, la orientación, el color para favorecer ciertas conductas y modificar las condiciones desfavorables, etc.
Pero fundamentalmente, creo que deberíamos prescindir de los elementos superficiales que “abarrotan” nuestras casas y pensamos que nos representan, haciendo hincapié en lo esencial, en lo que debería determinar nuestros hogares: lo que somos y lo que queremos comunicar y proyectar socialmente.
En estas fotos vemos como el color puede modificar la experiencia del entorno que nos rodea. Pintando los techos de un “Azul que parece un cielo”, rompemos con la sensación de caja de las habitaciones, e introducimos esa sensación de lo natural, bajando el nivel de estrés considerablemente.
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