Quien haya visitado la zona de la Provenza, en Francia, no se puede olvidar de ese entorno.
Su elegancia y sencillez, su luz, la paleta de color de los campos de lavanda, gama de tonos verdes, mezclado con una relajante paleta de colores de las fachadas de sus casas, baldosas de barro en el interior, carpinterías exteriores de colores… transportan al visitante a un estado de relajación y placer, que hace dudar de la realidad de ese momento.
Casas abiertas al exterior, con puertas y balcones que permiten gozar de las vistas exteriores desde cualquier punto del interior, recordándonos que el exterior es una parte fundamental de la belleza del entorno.
Llegar a algunas casas de Madrid, y poner en duda si podrías estar en otro sitio, esto es lo que pasa cuando visitamos esta impresionante propiedad, que se ubica a tan solo 15 minutos de la capital, en la prestigiosa urbanización de Somosaguas, limitando con la Casa de Campo, con Pozuelo de Alarcón, colegio Retamar y el Campus Universitario.
La vivienda tiene una distribución de ensueño, aportando un práctico estilo de vida. Planta principal de 340 m2 que junto con la de dormitorios y sótano, suman un total de 566 m2, en una parcela de 2.500m2, que cuenta con un consolidado arbolado y una preciosa pradera con piscina y pista de pádel en la máxima privacidad.
Acceso acristalado para evitar el frío en la entrada, hall con doble altura de techo, suelos de tarima con rastrel, zona de recibo en diferentes ambientes con acceso a porche y jardín, amplio dormitorio principal con vestidor y baño en suite, con salida a jardín… confort y calidad de vida.
Toda la vivienda se plantea para que el día a día sea cómodo para cada uno de los miembros de la familia. Grandes dormitorios de niños, alguno con vestidor y todos con mucha luz. Gran cocina con office, para que el encuentro familiar invite a la tertulia y a disfrutar de momentos relajados con amigos.
Es una vivienda para soñar. En resumen, un cobijo, un placer… ¡Hogar dulce hogar!
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